Las etapas vitales y artísticas del pintor Esteban Vicente, en el Centro Cultural Las Claras
Murcia, 27 de octubre de 2022.- La Fundación Cajamurcia presenta, en el Centro Cultural Las Claras, la exposición Esteban Vicente. Una visión individual de la realidad, organizada en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente (Segovia) y comisariada por Ana Doldán de Cáceres, directora conservadora de esta última institución. La muestra, que se abre hoy al público a las 13 horas, se podrá visitar hasta el 8 de enero.
La exposición traza un recorrido por las distintas etapas vitales y artísticas de Esteban Vicente (Segovia, 1903 - Nueva York, 2001), pintor español que participó activamente en el movimiento del ‘expresionismo abstracto americano’ y que contribuyó, en cierto grado, a su desarrollo.
Las 53 obras seleccionadas provienen en su mayor parte de la colección permanente del Museo de Arte Contemporáneo dedicado al artista en su Segovia natal, a las que se suman algunas piezas procedentes de otras colecciones públicas y privadas. Entre estas últimas se encuentran diversos cuadros que pintó, entre los años 20 y 30, cuando estuvo en Murcia junto a su buen amigo Juan Bonafé. Durante esta época se relacionó con el ‘grupo de Murcia’ (Pedro Flores, Ramón Gaya y Luis Garay) y participó en algunos números de la revista ‘Verso y Prosa’ de La Verdad con unos sencillos dibujos de línea clara y suelta de cierta influencia matissiana.
Además de los paisajes de La Alberca y de Murcia que se podrán admirar en la exposición, a esta primera etapa pertenecen pinturas, acuarelas y dibujos figurativos realizados en Madrid, Barcelona, París e Ibiza. Son obras relacionadas con la llamada Escuela de París, en las que ya se aprecia su interés por la luz y el color, nota dominante en la madurez del artista.
Pintura de acción
Tras haber participado en la ‘generación del 27’ de los pintores españoles, con el estallido de la Guerra Civil, en 1936, Esteban Vicente se establece en Estados Unidos, donde poco a poco se va dejando seducir por la escena artística neoyorquina. A partir de los años 50 se introduce con personalidad propia en la corriente del ‘expresionismo abstracto americano’. De esta época son una serie de pinturas y collages relacionados con la pintura de acción, gestual, de contraste y entrelazamiento de formas, “cercana a De Kooning, aunque en el caso de Vicente son piezas más líricas y poéticas, menos épicas y heroicas”, puntualiza la comisaria. La mitad de la década deja paso a composiciones donde la mancha y el color se concentran en el centro del cuadro, lo que evidencia la influencia de Guston y Hoffman. En este periodo comienza su producción como maestro del collage en obras compuestas rasgando o recortando papeles, que disponía sobre soportes de papel, cartón, tabla o lienzo.
Campos de color
La relación con la naturaleza se hace evidente en los años 60, con obras de formas amplias y regulares que flotan en el espacio en una atmósfera muy personal, que son reflejo de sus viajes y estancias en Hawai. A finales de esta década se aprecia un viraje hacia la pintura de campos de color. Se concentra en investigar “el comportamiento del binomio color-luz en sus ‘paisajes interiores’, composiciones casi arquitectónicas creadas gracias a inmensos estanques de color, de perfiles difusos, donde el gesto y la huella de la etapa anterior han desaparecido en pro del uso del aerógrafo”, comenta Ana Doldán de Cáceres. Paralelamente, en sus dibujos y collages prima la estructura, la construcción y las formas rectangulares de color, influido por la arquitectura de la ciudad y el minimalismo.
En la muestra también se pueden admirar pinturas de gran calidad de los años 80 y 90, en las que el artista trabaja con una mayor libertad, multiplicando los colores e impregnándolas de luz e intensidad. Durante estas décadas, la naturaleza es el principal foco de interés, a partir de la visión de su propio jardín, el dibujo se combina con el uso del aerógrafo y los contornos se difuminan. Las composiciones parten de un trabajo de estudio, donde las formas se relacionan y se complementan. La luz emana de las obras, “el color es la luz”, decía Esteban.
Divertimentos en tres dimensiones
La exposición se completa con una breve selección de toys o divertimentos, pequeñas esculturas realizadas, entre 1968 y 1997, a partir de piezas encontradas en su estudio. Estas creaciones muestran las mismas características que sus pinturas y collages, pero trasladadas a la tercera dimensión. Son obras desenfadadas e improvisadas, donde el color, el equilibrio, la composición y el juego conforman los elementos principales.
Paisajes interiores
Esta muestra pone de manifiesto “el carácter de secuencia de toda la producción de Esteban Vicente pues, si bien, como él decía, cada obra tiene su solución, también es cierto que forma parte de un proceso cuya base es la armonía”, señala la comisaria.
El proyecto expositivo evoca con gran acierto el mundo del artista, un lugar de sensaciones, emociones, recuerdos y sentimientos: “mis pinturas son paisajes interiores. Los veo con el corazón, no con los ojos”, afirmaba Vicente.
Fuente: Agencias.