Se trata de la idea innovadora de Marina Hervás y el esfuerzo de Agustín Bons, el cual ha participado en comercializar este gran proyecto que ayuda a reducir los desechos no reciclables de higiene femenina, promoviendo al mismo tiempo la sostenibilidad del medio ambiente.
El proyecto fue iniciado por Marina hace tres años, ideó el proyecto bajo el emblema de Made in Maina, basada en un método de sostenibilidad que completa el previamente utilizado, la copa menstrual. No fue hasta la llegada de Agus que el proyecto se consolidó con el nombre de Chi - chi, marca de compresas murcianas, que cuanto menos, llama la atención.
Ahora, el esfuerzo y gran labor de ambos ha potenciado este gran salto. A raíz de ello, certifican sus credenciales como una marca referente en la Región de Murcia, además promueven el impulso sostenible de otros productos. El objetivo de estos emprendedores es que la etapa menstrual sea libre de prejuicios en la vida de toda mujer. Esto les garantiza más seguridad a la hora de valerse de estas compresas de uso sostenible.
Según ellos, es considerado de mayor interés erradicar el visionado de la regla como un tabú, a la vez que se facilita una alternativa sostenible. Los comerciantes indican que no existe nada de la que avergonzarse, al contario, pretenden que las mujeres se sientan orgullosas.
Compresas Chi - Chi
Son compresas de tela reutilizables que cubre las necesidades menstruales de la mujer. Disponible para su uso durante el día y noche, incluso al llevar tanga.
Además de satisfacer las necesidades, garantiza una menstruación higiénica y respetuosa con el medio ambiente, de la misma forma en la que protege el exceso de flujo o pérdidas de orina.
Las compresas son 100% hipoalergénicas y se ajustan al perfil de
cada mujer, libres de productos sintéticos para evitar reacciones alérgicas. Ninguno de los productos se componen de aditivos químicos operfumes.
Su objetivo es crear una compresa funcional, cómoda y duradera.