La empresa especialista en aeronáutica, afectada tanto por la pandemia de la Covid19 como por su situación geopolítica, ha anunciado este pasado lunes el despido de 164 empelados para su supervivencia en el sector. La mayoría de estos despidos se producirán en Navarra, concretamente en Torres de Elorz, donde MTorres tiene su principal sede.
De forma paralela, la compañía también enviará a ERTE a 232 trabajadores, de los cuales 47 trabajadores en la Región de Murcia, y a otros 185 más en Torres de Elorz. Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) no es un despido, sino que implica la suspensión temporal del empelo durante un periodo de tiempo. En concreto, el ERTE solicitado al Estado por parte de la compañía aeronáutica irá dirigido a un periodo temporal entre el 15 de marzo y el 3 de diciembre de 2021.
Además, también ha anunciado que se ve obligada a presentar un ERE (Expediente de Regulación de Empleo), es decir, el despido de los trabajadores por motivos de insolvencia en la empresa. Este ERE afectará a 164 trabajadores en total. De ellos, 89 pertenecen al centro logístico navarro. Los 75 trabajadores restantes pertenecen a las dependencias de la compañía fundada por el recientemente fallecido Manuel Torres en las tierras del campo de Cartagena.
Sin embargo, la actividad de la empresa en sus instalaciones de la Región de Murcia, en concreto en el municipio de Fuente Álamo, seguirá adelante, a pesar de la durísima medida que la dirección de la empresa ha tomado, ahora liderada por la hija del fundador, Yolanda.
Esta medida, inevitablemente, mermará las capacidades de la compañía y tendrán que adaptar su modelo de negocio y su forma de trabajo para poder rendir de forma óptima y seguir siendo un referente en su sector.
Esta durísima decisión se justifica, según la compañía, en la crisis que atraviesa su sector predominante, el aeronáutico, ya que este concentra el 50% del total de sus ventas.
Otros aspectos que le ha llevado a una situación económica crítica son la ralentización de los nuevos programas aeronáuticos o los accidentes de los 737 MAX de Boeing en 2019. Se tata de una familia de aviones de pasajeros, desarrollada por el fabricante estadounidense Boeing Commercial. Estos accidentes sucedieron entre octubre de 2018 y marzo de 2019. En ellos, dos 737 MAX 8 recién estrenados sufrieron graves accidentes, en concreto en los vuelos de Lion Air y de Ethiopian Airlines. Debido a las semejanzas entre los siniestros y su proximidad en el tiempo, varias autoridades mundiales en relación con las normas aéreas ordenaron la suspensión de todos los vuelos, como precaución ante más incidentes.
Sin embargo, otro de los aspectos determinantes para la crisis en el sector y quizá para toda la que estamos viviendo en la actualidad en el resto de sectores, es la crisis económica provocada por la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Esta ha dificultado de una forma determinante la entrada de la compañía murciana en mercados de gran relevancia por mover grande cantidades de dinero, como el chino o el ruso. Debido a ello, MTorres se ha visto lastrada en sus últimos ejercicios.
A esto se le ha sumado la gran hecatombe provocada por la Covid19, que ha otorgado otro duro palo para la aeronáutica y la reducción de la demanda de aeronaves de manera indirecta, con la reducción y cierre casi total del turismo y de otro tipo de viajes, como los de trabajo, al haberse actualizado gran parte de los trabajos para realizar las gestiones de forma online.
A todas estas circunstancias que han propiciado el declive de la compañía habría que sumarle el fallecimiento del fundador de la empresa, otro trago personal y más sentimental que ha afectado los cimientos de la compañía.
La empresa ha comunicado la decisión adoptada este lunes a los comités de empresa de los centros de producción de Torres de Elorz y Fuente Álamo. Escasos minutos después, ha emitido otro comunicado a todos los trabajadores, con la información sobre las medidas optadas y las causas para haber tomados tales medidas tan drásticas.
La dirección de MTorres, en ese comunicado, asegura que "la compañía es consciente de la dureza de las medidas a tomar y de las consecuencias para los empleados. Esta decisión se toma después de haber agotado todas las posibilidades y con el convencimiento de que, de no tomarlas, las consecuencias a medio plazo para todos los que forman parte de este proyecto podrían empeorar".
Por consiguiente, la empresa comenzará en los próximos días las negociaciones con los representantes de sindicados de los trabajadores. En la ciudad natal de la compañía, estos sindicatos son CCOO, ELA y CITE, que juntos suman un total de 8 representantes.
El propio presidente del comité de la empresa, Carlos Ibáñez, ha asegurado que CCOO trabajará "para que los despidos anunciados para el 15 de marzo, se conviertan en salidas voluntarias o jubilaciones anticipadas", así como solicitarán al Gobierno de Navarra que apoye sus demandas.
También ha sido Carlos Ibáñez quien ha dado unas declaraciones a la agencia EFE en las que calificaba de "mala noticia" los despidos, a la vez que reconoce que la situación de su mercado "es complicada", sin perder la esperanza en su empresa, definiéndola como "una planta con futuro y proyección".
Con respecto a la pérdida en Murcia, en total, las medidas disminuirán un 30% la plantilla de la compañía murciana.